EL PRECIO DE LA COSMÉTICA DE CALIDAD

Si existe una “pregunta del millón” sobre la industria cosmética es, sin lugar a dudas, esta:

Hoy en día contamos con la enorme ventaja de disponer de opciones cosméticas prácticamente ilimitadas dentro de un espectro económico igualmente amplio. Pero la magnitud de la oferta -acompañada además de terminología cada vez más técnica- nos puede resultar abrumadora. ¿Merece la pena invertir más? La calidad de un producto cosmético depende de tres factores:

1. El uso de ingredientes activos no tóxicos.

Componentes puros, naturales, no agresivos; evitando el uso de parabenos, ftalatos, sulfatos, aceites minerales, oxibenzona, aceite de palma y microperlas, entre otros.

2. Investigación «in vitro” y pruebas clínicas de acuerdo con la legislación vigente.

Con la prohibición del testado de productos cosméticos en animales vigente en la Unión Europea desde 2003, los laboratorios se afanaron en elaborar exhaustivos métodos de investigación “in vitro” que proporcionan datos de elevado rigor científico avalando tanto las propiedades atribuidas a los ingredientes como a la formulación final. Como resultado, los cosméticos que usamos hoy son más seguros, eficaces y aptos para la piel humana que los fabricados antes de esa fecha.

3. El desarrollo de fórmulas moleculares biomiméticas y estables.

La cosmética molecular se basa en la investigación de los procesos biológicos responsables del envejecimiento para imitar sus mecanismos. Esto le permite crear compuestos biomiméticos que consiguen activar nuestros propios recursos metabólicos para estimular aquellos que se van ralentizando con el tiempo, consiguiendo resultados fiables y sostenibles. En Beldon Beauty insistimos en que la belleza se consigue de dentro hacia fuera; y no al contrario.

Por otra parte, un buen número de ingredientes activos son altamente inestables, lo que los hace difíciles de formular. La cosmética molecular asegura la estabilidad de los componentes sin restarles potencia activa o diferida en el tiempo.

¿Existen marcas económicas que funcionen? Sí, por supuesto. Pero este tipo de líneas con composiciones simples de un único o muy contados principios activos están pensadas para ser “supplemental”, es decir, para ir añadiendo productos a la vez que se acumulan nuestras preocupaciones cutáneas: deshidratación, pigmentación, líneas de expresión, falta de luminosidad, flacidez… Así, de pronto, adquirir de 6 a 8 productos diferentes, por asequibles que sean por separado, deja de salirnos a cuenta.

Y no es en absoluto práctico cuando por falta de tiempo llegamos a considerar un logro arañar diez minutos para desmaquillarnos cada noche. Ahí es cuando necesitamos unas pautas de belleza simplificadas pero, sobre todo, efectivas. Algo que solo se consigue con un diagnóstico personalizado.

Entonces, ¿qué ventajas presenta la cosmética de alta gama? En Beldon Beauty abogamos por un uso consciente de los productos cosméticos: los exactos para cubrir las necesidades peculiares y únicas de cada persona. Las casas cosméticas con las que trabajamos y recomendamos no solo cumplen las tres premisas antes mencionadas, sino que aportan valor añadido:

1. Unión de los mejores principios activos con la tecnología más avanzada.

Dos productos podrían parecer casi idénticos si nos guiamos por su INCI (Nomenclatura Internacional de Ingredientes de Cosmético) pero lo que realmente importa a la hora de evaluar cada principio activo es:

a) su calidad,

b) la proporción empleada del mismo, que debe ser la máxima recomendada para cumplir su fin; y

c) su vehiculización, es decir, el uso de la tecnología que lo haga más eficiente, por ejemplo, su peso molecular. Un peso molecular más bajo permitirá su penetración en las capas profundas de la piel, mientras que uno alto hará que permanezca en la superficie de la misma aportando resultados meramente externos y con nula capacidad regenerativa.

2. Correcta combinación de principios activos.

Un buen producto cosmético no solo es capaz de combatir varios frentes al mismo tiempo sino que logra que sus componentes se potencien entre sí, ganado en efectividad individual y conjunta.

3. El factor sensorial.

Cuando en Beldon Beauty hablamos de cuidarnos nos referimos a muchas cosas: a mantener una alimentación equilibrada con productos frescos y de temporada, a movernos de la manera que más disfrutemos, a compartir tiempo y risas con los que queremos, a dormir a pierna suelta…; y a incorporar un ritual diario de belleza a tu medida y muy, muy gratificante. Fórmulas ligeras, hipoalergénicas, adaptadas a tus necesidades y gustos contribuirán a que la constancia no sea un problema y te sientas -y te veas- cada día mejor.

En Beldon Beauty prestamos especial importancia al diagnóstico y el asesoramiento realizado con honestidad. Nuestra filosofía es que el protocolo lo marca cada persona y que no todo es apto para todos. Consúltanos, disponemos de un servicio de Asesoramiento Online A Medida en: https://www.beldonbeauty.com/asesoramiento-online-a-medida/

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