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COSMÉTICA SOLAR

10/08/2020| Marta Cámara

La exposición a los rayos solares es una de las tres principales causas del envejecimiento cutáneo, junto con el alcohol y el tabaco. Sin embargo, la luz del sol resulta esencial para la vida. No solo impacta en nuestro ánimo, contribuye a nuestro bienestar general y regula nuestros ciclos de descanso; nuestro organismo precisa de los rayos UVB para producir vitamina D, micronutriente indispensable para la fijación del calcio, entre otros factores. Los últimos estudios constatan un déficit de vitamina D en la población general, haciendo preceptiva su suplementación oral durante todo el año independientemente de nuestra situación geográfica.

Lamentablemente, la radiación solar también provoca efectos indeseables y está relacionada con la incidencia de cáncer de piel. Los productos de protección solar, base de la cosmética anti-ageing, son IMPRESCINDIBLES los 365 días del año. Para ayudarte a elegir el óptimo para ti, vamos a repasar varios conceptos que debemos tener en cuenta previamente.

COSMÉTICA SOLAR

Radiación UVB y UVA

De los dos tipos de radiación ultravioleta que atraviesa la atmósfera terrestre, el 5% lo constituye la de tipo más corto y potente, o B. Es la que “pica”, con efectos inmediatamente perceptibles: enrojecimiento, eritema solar, engrosamiento epidérmico, alergias, e incluso daños en la córnea por efecto de su reflejo en arena, agua o nieve.

El restante 95% es de tipo A. Aunque apenas apreciable, nos llega durante todas las estaciones y condiciones climatológicas y cuenta con un mayor poder de penetración cutánea, incidiendo en la dermis. Allí tiene la capacidad de alterar las fibras de elastina y moléculas de colágeno, proteínas ambas sintetizadas por células llamadas fibroblastos, que proporcionan sustento, fuerza y flexibilidad a la misma y que son la matriz de la piel. Sus efectos acumulativos se hacen patentes a medio/largo plazo en forma de fotoenvejecimiento (arrugas, flaccidez e hiperpigmentación), queratosis actínica; y mutaciones genéticas e inmunosupresión, los desencadenantes biológicos del cáncer de piel (melanoma y carcinomas basocelular y escamocelular).

Necesitamos, por tanto, solares de amplio espectro que nos protejan de todo tipo de radiación, pero ¿cuáles? ¿Qué parámetros debemos tener en cuenta para elegir cosmética solar de calidad?

Un mar de siglas: SPF / PA+ / IR-A / Lambda Crítica / HEVL

La necesidad de protegerse de los rayos solares no es nueva. Durante milenios se ha recurrido a barreras físicas (sombreros, ropa, parasoles…). La comercialización del primer protector solar, el salicilato de bencilo, data de 1928. A partir de esa fecha, con la incorporación progresiva de nuevas fórmulas en el mercado, se decide contar con una medida de referencia universal que nos permita valorar su eficacia real. Nace así el Factor de Protección Solar (SPF) que se define como el tiempo de exposición solar necesario para producir un eritema (o reacción inflamatoria) mínimo detectable.

El SPF solo mide la protección hacia la UVB, radicación ultravioleta de tipo B.

Un factor de protección solar 25 (SPF 25) protege contra el 92% de la UVB, el factor de protección solar 30 (SPF 30+), contra más del 97,5% y se considera el mínimo recomendable. Una protección de 50+ (SPF 50+ o “pantalla total”, término erróneo en sí mismo porque la protección total, simplemente, no existe) solo nos proporcionará entre un 1% y un 2% más de cobertura. Esto implica que un factor SPF 50+ no es necesariamente lo mejor, en especial si se usan filtros químicos en una piel sensible que puede derivar en dermatitis y rosácea. Por regla general, y salvo ocasiones puntuales (días en la nieve, travesías en barco, exposición prolongada…), es preferible y se aconseja un factor SPF 30+ reaplicado con asiduidad.

Con la irrupción de la cosmética asiática en el mercado occidental, llega de Japón el índice PA+ (++/+++/++++) que calcula la protección contra la UVA en función del número de horas de exposición; de 2 a 4h el mínimo a hasta 16h el máximo. En una cultura en la que la blancura y palidez extremas constituyen el canon estético y en la que, además, el cuidado dermatológico es exquisito, la inversión realizada en I+D+i para protección solar es exponencial.

  • IR-A mide la protección contra la radiación infrarroja, emitida en forma de calor, de gran penetración y que provoca deshidratación cutánea.
  • Lambda Crítica es un parámetro de reciente introducción que determina la protección contra la UVB y UVA.
  • HEVL, también de muy reciente incorporación, calibra la protección contra la luz visible emitida por el sol y las pantallas de aparatos electrónicos, que también producen pigmentación y envejecimiento prematuro.

Tipos de filtro solar: químico, mineral (físico/inorgánico) e híbrido.

El papel de los antioxidantes.

Los filtros químicos actúan por absorción, es decir, las moléculas del protector solar absorben los fotones de los rayos UV que son reconducidos en forma de calor. La mayoría son estables y no se degradan fácilmente con la exposición, pero una combinación de varios les hace más efectivos. Los filtros químicos no se absorben de inmediato, es conveniente esperar entre 20 a 30 minutos para exponerse al sol.

Aquí se puede consultar el listado de filtros químicos aprobados por la Unión Europea: https://ec.europa.eu/growth/tools-databases/cosing/?locale=en

Los filtros minerales, también denominados físicos o inorgánicos, nos protegen por dispersión, sus moléculas estables a la luz consiguen bloquear y reflejar la radiación UV, desviando su trayectoria; de ahí su denominación de “pantalla solar”. Los dos filtros inorgánicos aprobados de momento son el óxido de cinc (ZnO) y el dióxido de titanio (TiO₂).

El óxido de cinc, en concreto, es seguro en niños y pieles sensibles, es biodegradable y no daña el medio marino. Ninguno de los dos provoca alergias o sensibilización, sin embargo, su opacidad puede resultar oclusiva, por lo que no se recomiendan en pieles con tendencia acnéica. Y, desde un punto de vista de confort, también tienden a provocar una cierta sensación de “máscara”. Motivos que han llevado a los laboratorios a recurrir a la nanotecnología para reducir las partículas a formas ultrafinas o micronizadas y, pese a que muchas de ellas incluyen bases siliconadas, sí se ha logrado paliar estos efectos.

Los filtros minerales sí se absorben inmediatamente, por lo que nos pueden resultar muy útiles en formatos compacto o brocha para llevar en el bolso.

Los filtros híbridos incorporan filtros químicos y minerales, que actúan de manera sinérgica para proporcionar un alto nivel de protección.

Los antioxidantes.

En Beldon Beauty sabemos que la salud y la belleza comienzan en el interior y esto es particularmente cierto a la hora de protegernos frente a la exposición solar. Un filtro solar adecuado acompañado por el uso de antioxidantes que ayuden a revertir la producción de radicales libres de oxígeno, será una combinación de éxito. Nuestro organismo produce los antioxidantes no enzimáticos por excelencia, alfa-tocoferol o vitamina E y ácido ascórbico o vitamina C, pero no en cantidad suficiente para reparar el daño en las membranas intracelulares que puede llegar a producir el sol, por lo que se recomienda su suplementación anual, por vía oral y tópica.

El apoyo de una dieta variada basada en frutas y verduras frescas y de temporada, legumbres, nueces (omega 3), aceite de oliva (ácido ferúlico y vitamina E) y té verde (polifenoles), es un pilar básico para nuestra salud, bienestar y la consecución de unos objetivos estéticos que siempre, siempre, empiezan desde dentro.

La cosmética solar que recomendamos no solo proporciona una protección completa UVB/UVA, sino que es capaz de abordar y hacer frente a un conjunto de preocupaciones comunes: pigmentación, líneas de expresión, flaccidez… Formulas innovadoras, tratamientos efectivos en texturas ligeras, confortables, libres de perfumes y, si lo deseas, con un toque de color. Nuestro diagnóstico personalizado garantiza que tendrás lo que tu piel, y no otra, necesite.

Porque nuestra filosofía es que el protocolo lo marca cada persona y que no todo es apto para todos. Consúltanos, disponemos de un servicio de Asesoramiento Online A Medida en: https://www.beldonbeauty.com/asesoramiento-online-a-medida/

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