ENTREVISTA CON ALEJANDRA REMÓN

y su sensibilidad entre la escritura y la fotografía

Biografía

Siempre he sido muy curiosa, optimista y pasional. Me gusta mucho la fotografía, la música, la escritura, la moda, el arte… Estudié Gestión Comercial, Marketing y Comercio Internacional en Pamplona. Mientras me formaba también trabajaba en una tienda de moda y cuando terminé estos estudios, me mudé a Madrid a empezar un Máster de Escaparatismo y Visual Merchandising, que complementaba todo lo que me apasionaba: el marketing, la moda y la creación.

Al terminar, me contrataron en la Asociación de Creadores de Moda de España (ACM) y durante muchos años, mientras trabajaba y estudiaba, escribía un blog donde compartía mis reflexiones, siempre ilustradas con fotos y mis playlist de música… Todo lo que en ese momento a mi me vibraba. Después, me contrataron los diseñadores Ailanto y estuve trabajando junto a ellos casi ocho años. Ahí aprendí muchísimo de cómo se genera una colección de moda en base a un storytelling real y a un concepto. Esto me ha ayudado mucho a elaborar mis libros.

Artista polifacética, destacadas por diversas ramas entre ella la escritura ¿siempre has querido ser escritora?

Cuando tenía 14 años ganaba premios literarios pero no tenía un referente. Digamos que cuando no tienes a alguien que pueda servirte de inspiración para intentar querer llegar a ese lugar, es algo que no imaginas y aquello que no puedes imaginar es algo que siempre va a ser inalcanzable.

Pero la escritura siempre ha estado en mi vida. Recuerdo que cuando escribía el blog estaba en una relación en la que esa persona no comprendía la sensibilidad en base a las palabras, ni a la imagen. Eso apagaba un poco mi parte creativa. Por suerte, esta relación terminó y yo todavía sentía la necesidad de seguir haciendo lo que a mi me gustaba: escribir.

¿Cómo evolucionas a nivel literario desde el blog hasta escribir tu primer libro?

Cuando dejé de un lado el blog y esta relación terminó, empecé a mostrar mis cosas en la otra red que en ese momento tenía: Instagram. Y todo empezó a crecer. Yo compartía mis textos, mis fotografías… Siempre había un “caption” bastante potente y se empezó a generar una conversación, una comunidad que estaba muy pendiente de lo que yo iba a compartir porque se veían totalmente reflejadas. Un día en 2016, recibí un mail de un pequeño editor que de repente me dio la idea de juntar todo y crear un libro.

De ahí nace “Cuando nadie mira: cuaderno de desórdenes y contradicciones”, ¿qué simboliza para ti?

Es el disparo de salida. Lo titulé “Cuando nadie mira” porque realmente yo escribo cuando estoy a solas, en mi refugio que es mi casa. Y claro, la magia de ese libro es que nunca pensó que nadie lo iba a leer. Está escrito desde la más pura humildad y sinceridad. De alguna forma, yo escribo para mi y tengo la suerte de que funciona, conecta.

¿Cuándo escribes reflejas lo que llevas dentro o te inspiras en historias de otros?

Todo es vivencia personal, aunque es cierto que soy una gran lectora y al final de todo te inspiras. Algo muy particular mío es que no hay nada al azar, todo tiene una simbología que al menos yo sé que está conectada y eso se transmite. Al final creo que lo más bonito de la simbología del arte es la subjetividad. Es guay porque algo que tú has dado forma de una manera concreta para ti, toma otra perspectiva para otra persona. Creo que eso lo alimenta, porque cada libro mío ya no es mío, es de la persona que lo lee y hace su propia transcripción, su propia lectura acorde con lo que está sintiendo, acorde con lo que le llena y le transmite.

Actualmente has escrito cinco libros, ¿qué conexión hay entre ellos?

Cada uno es diferente y funciona de manera autónoma, pero todos tienen un mismo estilo editorial, una línea que es mi visión y mi manera de escribir. De esta manera estoy creando un código muy personal porque soy la encargada de hacer las dos partes: tanto la parte visual (la plástica a través de collages) como la escrita. Ambas necesito trabajarlas con las manos para transmitir esa energía y crear un universo artístico que no es puramente decorativo. Además, en todos los libros hay mucho trabajo, sensibilidad e ilusión.

En cuanto a la fotografía, ¿cómo definirías tu estilo fotográfico?

Tengo un estilo intimista y espontáneo en la fotografía. No me gustan las imágenes muy preparadas. Además, en la fotografía suelo utilizarme normalmente a mi, pero no para mostrarme, sino lo que intento es darle otro punto de vista al tema corporal.

“De alguna forma, yo escribo para mi y tengo la suerte de que funciona, conecta.”

El cuerpo no es solamente una herramienta sexual. No solo somos solamente un cuerpo, una imagen pura y explícita. Yo intento captar una fotografía en la te puedes ver reflejada de alguna forma. Porque en el escorzo de un codo, de una espalda, puedes creer que quizás eres tú, entonces ahí conectas. Cuando mostramos un rostro, ya es diferente.“Cada libro mío ya no es mío, es de la persona que lo lee y hace su propia lectura acorde con lo que está sintiendo.”

¿Qué significa para ti ser una artista multidisciplinar?

Cuando eres multidisciplinar y realmente se te dan bien varias disciplinas, vives en terreno de nadie. Para los escritores no eres lo suficientemente buena escritora porque ilustras y para los ilustradores, no eres lo suficientemente buena ilustradora porque escribes. Y claro, no es incompatible, pero de alguna manera creo que a la gente nos encanta etiquetar cosas. Y es como difícil pensar que una persona puede hacer tres etiquetas a la vez bien. Como que no puede ser, una tiene que apoyarse más en la otra… Nos cuesta mucho.

A largo plazo, ¿dónde te ves?

Sé y soy consciente de que tengo muchas más cosas por contar y lo guay de alguna forma es que mi situación vital y emocional es completamente diferente a la que tenía durante muchos años atrás. Ahora tengo pareja, estoy enamorada y soy correspondida. Es una cosa loquísima y nueva para mi. Quiero buscar esa belleza y relatarla desde mi estado.

En la parte plástica, creo que como mi universo personal es tan propio y cada vez se va afianzando más, tengo ganas de nuevos retos sobre todo en base a fotografía y collage.

Pero, en definitiva, todo lo nuevo, lo diferente es un reto y me ilusiona. Es de ahí desde donde puedes aprender cosas. No puedes aprender cosas sobre lo que ya sabes.

-Relación con la belleza:

¿Qué es la belleza para ti y cómo la vives en tus proyectos?

La belleza es cualquier cosa que te haga sentir algo. Para una persona creativa es la búsqueda. Cualquier persona creativa siempre busca la belleza de las cosas. Ya sea la belleza de un cuadro, de una fotografía, de una palabra, de una mirada. Algo bello en el fondo es algo que te palpita, que es algo eterno, es necesario. Es mi motor de búsqueda.

¿Qué o quién te inspira en tu día a día?

Todo. Yo creo que cuando eres curiosa y tienes los ojos bien abiertos puede inspirarte cualquier cosa. Una conversación, un libro, una noticia, una exposición, algo. Los seres humanos tenemos la capacidad de hablar y de formar vínculos y yo creo que es muy importante estar dispuesto a escuchar a los demás y a mantener una conversación, un diálogo y a empaparse de conocimientos. Por ejemplo, siempre digo que adoro a las personas mayores porque son una fuente inagotable de conocimiento, pero al final creo que cualquier persona desde su punto de vista siempre puede darte la opción a aprender algo diferente y eso es guay. Pero para eso hay que ser proclive a ello.

¿Quiénes son tus iconos de belleza?

No tengo nadie en concreto. Mi referente es mi afán de aprender. Curiosidad insaciable. Todo. Hasta lo más efímero para mi es algo importante.

¿Cuál es el mejor consejo que te han dado?

Cree en mí misma. Hay una frase mía que me gusta mucho que es: “Cree en ti, ni tan poco como para no confiar en ti y ni tanto como para no creer a nadie más”. Yo quiero creer en mí pero sabiendo donde están mis capacidades y mis límites. Lo que no puedo es creer que estoy por encima de los límites de los demás. Y, por supuesto, esforzarse muchísimo. Llenarse de miedo, luego vaciarse, luego volverse a llenar… y así constantemente. Pero disfrutar también de eso.

Cuestionario Beauty:

¿Cuál es tu rutina de cuidados?

A nivel exterior creo que hago todo. Procuro cada mes realizarme mis tratamientos faciales. Cada cierto tiempo me doy mis masajes. Siempre intento concederme como “mis premios». Además, siempre hago mi rutina de noche desde los 24 años. Es la manera en la que me conecto conmigo misma. Estoy yo conmigo y no hay nada más. E igual suena como espiritual, pero es como hacer una meditación para mi. Me estoy escuchando, estoy observando, viendo como voy cambiando, mantengo una conversación y, además, me estoy mimando. Porque me estoy tratando bien y es algo que siempre hago todas las noches. Me da igual qué hora sea o con quien esté. Es mi ratito sagrado.

Un truco o producto infalible

Mi dieta es como de todo cuando tengo hambre.

¿Cómo cuidas tu belleza desde el interior?

Hay una cosa que me encanta desde siempre: bailar en casa. Es maravilloso y súper bueno. Da igual que lo hagas bien o que lo hagas mal. Bailar 10 minutos si estás triste, feliz… Se supone que cuando nos movemos, hacemos que nuestras endorfinas también vayan cambiando y creo que es muy guay. También es muy importante dormir. El descanso creo que es tan necesario como una buena alimentación. Y luego escribir… Estar relajada en definitiva.

Asignatura pendiente (en lo que a belleza respecta)

A mi me encanta probar cosas. Yo pruebo todo. Soy muy curiosa y no puedo hablar de algo que no conozco.

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